El trabajo de investigación de este calendario comenzó en 1982 y, en otoño de 1984 daría como resultado el diseño artístico que hoy en día es conocido alrededor del globo como “El Calendario Lunar de Silver Circle”…
Así es como comenzaba el anuncio de la versión en color del Calendario Lunar de Silver Circle en el número de otoño de 1995 de Wiccan Rede. Aunque el anuncio tuviese cierto tono humorístico, sí es cierto que el propio calendario es un sistema antiguo. A lo largo de los años muchas personas me han preguntado sobre su origen y sobre el significado de cada una de las lunas. Este artículo revelará parte de la historia del calendario y su creación. También presentaré algunas ideas respecto a la funciones del calendario lunar y el significado que este tiene para nosotros, tan inmersos como nos encontramos en una sociedad altamente tecnológica, a punto de pasar al siglo XXI.
La noche de los tiempos
Mi interés en el calendario lunar surgió de mi implicación en la Brujería Moderna, en la que, como bien sabe todo el mundo, celebramos la noches de luna llena. Comencé a plantearme si había algo en esas lunas llenas, si eran todas iguales y diferentes. Una cosa llevó a la otra, y empecé a coleccionar artículos de revistas y libros que estuviesen relacionados de alguna forma con el tema. Me encontré con bastantes calendarios lunares durante el proceso. Sin embargo, por alguno motivo la mayoría de ellos no me convencían. Por ejemplo, uno de ellos es el sistema americano de usar el mes del calendario actual, que casi siempre situará una luna llena en cada mes. En ocasiones, encontramos una decimotercera luna porque el mes del calendario contiene dos lunas llenas, y a la segunda se le denomina «Luna azul».
Como suele pasar a menudo, nuestra intuición nos lleva años de ventaja, y sólo sería mucho más tarde cuando me daría cuenta del motivo por el que el resto de calendarios lunares no me terminaban de convencer. Pero hablaré de esto más adelante.
Sin embargo, hubo un calendario que sí me convenció. Tan sólo era un pequeño artículo en una revista y, gran parte de los detalles ahora se encuentran perdidos en la noche de los tiempos; literalmente. Aunque tenemos unos archivos muy completos, y de que pasé gran parte de 1995 tratando de reconstruir todas las fuentes que usé en 1982-84, el material más relevante aún no ha salido a la luz… Puede que simplemente deba de ser así.
A menudo te encuentras con que durante un proyecto de investigación hay información que cae literalmente en tus manos justo cuando la necesitas. Puede que lo contrario también sea cierto: cuando ya no los necesitas más, las revistas y los libros simplemente «desaparecen»…
La misteriosa fuente
El artículo que he mencionado más arriba, aparecía en una revista inglesa de 1982, y describía brevemente el calendario lunar que usé como base para mi material gráfico. No aportaba mucho más que el nombre de cada una de las lunas y, definitivamente, no ofrecía ningún tipo de «sistema» sobre cómo debían de enlazarse la lunas con el año solar, ni sobre cuándo y como debía de insertarse la Luna de Hielo. La única información que proporcionaba era que la Luna de Hielo era la decimotercera luna. Sin embargo, por un motivo u otro, este calendario conectó con algo dentro de mí: sentía que era el adecuado. Y, por consiguiente, decidió usar ese ciclo de lunas como base para mi material gráfico.
Arte e inspiración
El Calendario Lunar de de Silver Circle comenzó siendo una pieza de arte. Nunca fue concebido como un sistema, ni como un ejercicio intelectual, ni siquiera concebimos que lo acompañase un gran libro lleno de información, correspondencias y demás parafernalia. Se concibió como lo que todavía es a día de hoy: una obra artística. Cuando el calendario se publicó por primera vez, en 1984, en su formato original en blanco y negro tamaño A3, venía acompañado de una única hoja de información sobre cómo usarlo. El calendario se imprimió en papel de pergamino pesado, y se suponía que debías de colorearlo tu mismo, cortar el círculo interior, y usarlo como un calendario lunar perpetuo.
Mientras trabajaba en el calendario, mi mente comenzó a divagar y a explorar los propios ciclos de la luna. Inspirado por otros artistas, como Brian Erod, quien diseñó las ilustraciones para la película de Jim Hanson «The Dark Crystal», así como igualmente inspirado por la maquinaria del tiempo (el año solar y los ritmos lunares), el dibujo comenzó a convertirse en lo que, por un lado, representaba la «maquinaria» del tiempo y, por otro lado, incluía claros recesos, o errores, en esta maquinaria, para resaltar el hecho de que la luna no se constriñe a sí misma al año solar, de forma propiamente dicha.
Siniestro
La palabra siniestro significa zurdo, algo que la mayoría de gente podrá identificar cuando se percaten de que diestro hace referencia a una persona que usa la mano derecha, ambidiestro significa que puedes usar ambas manos, y destreza conlleva una habilidad; ya sea física o mental. Algunas personas han hecho comentarios sobre el sentido contrario a las agujas del reloj en el diseño del calendario. Sin embargo, no hay nada siniestro (en el sentido común de la palabra) en ello. Yo estaba acostumbrado a visualizar el ciclo anual en el sentido contrario a las agujas del reloj. Es algo que llevo haciendo desde que tengo memoria; desde que era pequeño. Como astrólogo, estaba acostumbrado a dibujar horóscopos, y ahí los signos del zodiaco también se dibujan en el sentido contrario a las agujas del reloj. Esto se debe a que la tierra se mueve en el sentido contrario a las agujas del reloj cuando te colocas mirando hacia el Sur (que es lo que hace cuando dibujas un horóscopo), que es lo mismo que decir que el Sol se mueve en el sentido de las agujas del reloj, lo cual da como resultado que el siguiente signo zodiacal salga por el horizonte oriental. Así que, el hecho de dibujar el calendario en el sentido contrario a las agujas del reloj era algo «natural» para mí.
Hay gente que también ha hecho comentarios sobre el pentagrama invertido que puede verse en la esquina de la parte inferior izquierda. Nuevamente, esta es una interpretación «siniestra» de algo que ha sido concebido como una obra de arte. Si observas con atención a los cuatro círculos elementales de las cuatro esquinas, podrás percatarte de que los denominados sigilos mágicos están derechos, pero las herramientas elementales de abajo, como la copa, la vara, el Athame y el pentáculo, señalan al centro del Círculo. De modo que el pentáculo señala al centro del Círculo, y así lo hace también la punta del pentagrama que hay en él.
¿La fuente revelada?
Años después de haber creado el calendario lunar, me encontré con otro calendario lunar que había usado exactamente los mismo nombres y alineaciones del año que yo había usado. A pesar de que el propio sistema de alineación era diferente al mío, el resultado era el mismo: la Luna del Hielo aparecía los mismos años, etc. Curiosamente, los dos nombres de lunas que había cambiado (había alterado la Luna de la Cebada por la Luna de la Cosecha, y la Luna de la Planta[1] por la Luna del Cazado), también estaban cambiadas en este calendario.
Naturalmente, tenía curiosidad, y trate de reconstruir todo el material de referencia que había usado a fin de ver si es que realmente había copiado este sistema sin darme cuenta. Pero nada: algunos de los documentos que resultaban cruciales parecían haberse perdido para siempre.
Unos años más tarde, volví a encontrarme de nuevo con un calendario lunar que se asemejaba mucho al mío, y finalmente decidí escribir a la persona que lo había publicado. Y así lo hice. Describí brevemente como había surgido mi propio calendario, y que había encontrado el ciclo de nombres en una revista que se había perdido. Le expliqué que no quería «atribuirme» un ciclo que había encontrado en una revista, y que, aunque la interpretación artística era obviamente mía, estaría encantado de poder acreditarle si podía mostrarme que su calendario lunar era el que había usado para mi ilustración. Sin embargo, no recibí respuesta.
En cierto modo, me dio pena. El calendario lunar que encontré era un ciclo tradición británico muy antiguo, y la persona que había publicado este calendario tan similar al que yo había encontrado, pertenecía a una familia muy antigua que había trabajado con árboles y maderas, hadas y Devas durante siglos.
El círculo completo: los hechos
(«The Wiccan» – más tarde Pagan Dawn – número 104 Lugnassadh 1992)
Mientras trabajaba en este artículo, algunos de los documentos perdidos volvieron a salir a la luz. El artículo original que despertó mi interés se titulaba «Las Trece Lunas» por Peter Larkworthy, y se publicó en The Wiccan (ahora Pagan Dawn, publicada por Pagan Federation), en mayo de 1982. El añadido a este artículo, la lista de nombres de las lunas y sus fechas para 1981 y 1982, se publicó en The Wiccan, agosto de 1982. No hay ninguna referencia a la fuente de los nombres, aunque el título «Nombre Lunares Tradicionalistas» implica que los nombres habrían sido tradicionales. Los nombres que Peter Larkworthy proporcionaba eran Luna del Hielo, la Nieve, la Muerte, el Despertar, la Hierba, la Plantación, la Rosa, el Rayo, la Cebada, la Planta («wort»), la Sangre, el Árbol y de la Larga Noche.
Como he explicado más arriba, cambié el nombre de Luna de la Cebada a Luna de la Cosecha, y de Luna de la Planta a Luna del Cazador. Por supuesto, es posible que cambiase estos nombres usando nombres que encontré en otros libros o artículos (esa parte de la historia aún se encuentra desaparecida). Dusty Miller, cuyo calendario es muy similar al mío y quien también utiliza los nombres de la luna de la Cosecha y del Cazador, estaba publicando artículos y dando conferencias en esta época. Por ejemplo, en el número de Beltane 1983 de «The New Celtic Review», hay un artículo escrito por Dusty Miller e hijo sobre magia práctica de los árboles, en el que describía su trabajo con los árboles, las dríadas, y los objetos de madera que crea.
Siete años más tarde (1989 y 1990) apareció una serie de artículos en la revista Ophir escritos por un tal F.P., que exploraban al aspecto mistérico de los ciclos lunares usando el calendario de Dusty Miller: «…Usaré un calendario lunar ampliamente difundido que fue publicado por Dusty Miller y elaboraré en base al saber popular tradicional». Estos artículos se volvieron a publicar en The Cauldron en el año 1993.
Los orígenes del sistema
El «sistema» de alinear las trece lunas al año solar, tal y como lo presentó Pete Larkworthy, y también como lo usó Dusty Miller, toma el Solsticio de Invierno como su punto central. Aunque Peter Larkworthy no explicaba cómo alinear las lunas, Dusty Miller sí me explicó su sistema en una conversación privada en 1995: la primera luna nueva después de Pleno Invierno, será la Luna de la Nieve. En ciertos años habrá una luna llena entre Pleno Invierno y la Luna (nueva) de la Nieve, esta será la Luna del Hielo. Aunque puede que pienses que la Luna del Hielo podría ocurrir en cualquier momento entre el 21 de diciembre y el 6 de enero, en la práctica, esto no sucede así: la Luna (llena) del Hielo normalmente cae a primeros de enero.
Por otro lado, he tratado de usar el sistema de Dusty Miller y ofrecer más o menos los mismos resultados que el «sistema» que descubrí yo, siempre y cuando no uses el mismo punto exacto de Pleno Invierno como eje central, sino unos 5 días más tarde, que es realmente cuando el Sol se empezará a moverse hacia el sur durante el amanecer.
Sin embargo, cuando diseñé mi calendario, sólo tenía el comentario de Peter Larkworthy sobre Pleno Invierno, sin ningún «sistema». Investigué un poco más y me encontré con un artículo de Colin Murray en una revista que estaba bellamente escrita a mano (¡Sí! ¡En aquellos tiempos algunas revistas estaban escritas a manos!), de mayo de 1979: la «Newsletter for the Golden Section Order Society and the Bardic Chair of Caer Llyndain, Caer Wydr, Caerleon-ur-Wysyg, Caer Alba and Car Gyernicon».
Murray, en su artículo «Tree Alphabet Divination» (adivinación con el alfabeto arbóreo), afirmaba que «en la Gran Bretaña galesa, el festival ígneo de Samhain (Hallowe’en), comenzase la ”mitad oscura» del año, que culminaba en el fértil Día de Mayo; el séptimo roble centro del “año” de 13 lunas». Numerosas tablas de correspondencias en ese mismo artículo describían como Murray alineaba el alfabeto Ogham con el año, comenzando con Beth y Halloween, y por tanto alineando el roble, Dur, con Beltane.
Todo este tema de los árboles no es algo que me atrajese demasiado en aquel momento, pero el hecho de alinear el calendario lunar con los días cruzados como Samhain, en lugar de con los festivales solares menores como Pleno Verano, era algo que parecía totalmente lógico. Después de todo, las festividades agrícolas antedataban a las festividades solares, de la misma forma que los calendarios lunares antedatan a los solares.
Para poner en marcha las siguiente secciones, tal y como estaba orientado mi «sistema», el siguiente paso era alinear la Luna de la Nieve con Imbolc, y la Luna de la Sangre con Samhain, de modo que estas estuviesen lo más cerca posible a las propias festividades de los cuatro días cruzados. A fin de evitar que estas lunas se alejasen demasiado de las fechas reales, era necesario insertar la decimotercera luna, la Luna del Hielo, cada dos o tres años. Da la casualidad de que este ciclo de inserción sigue un patrón de 18 años.
Varias notas filosóficas sobre el sistema
Como no encontré ningún «sistema» específico que me llamase la atención, tuve que idear uno por mí mismo. Parecía sensato partir del hecho de que los calendarios lunares antedatan a los solares. De ello se entiende que uno no puede definir un calendario lunar usando el calendario solar (el cual, por supuesto, no existe en ese momento) Así que, por ejemplo, no se puede usar ningún vínculo matemático con Pleno Invierno. Esto nos lleva de vuelta al simple hecho de que el calendario lunar debía de haber estado vinculado a los cuatro días cruzados, los festivales agrícolas: Imbolc, Beltane, Lughnasadh y Samhain. Ninguno de estos festivales estaban fijado en el (inexistente) calendario solar; estaban regidos por la Luna, y probablemente se celebrasen durante la luna llena.
Así que el calendario lunar estaba, por así decirlo, definido «por sí mismo» y se ajustaba cuando la naturaleza indicaba que se encontraba desfasado. Los celtas comenzaba el año con Samhain o la Luna de la Sangre, y asumo que, dependiendo de si la Luna de la Sangre llegaba temprana o tardía respecto a lo que estaba aconteciendo en la naturaleza, el sacerdote o sacerdotisa insertaría la decimotercera luna, la Luna del Hielo, en la mitad del invierno, a fin de alinear las lunas de nuevo con el comienzo del nuevo ciclo: Imbolc, el nacimiento. De este modo, la gente normal podía usar el ciclo para mantener un registro del pasado, presente y futuro.
Algunas personas podrán pensar que la argumentación anterior es algo forzada. Y así es; para nosotros, en el siglo veintiuno. Hemos perdido cualquier contacto con la naturaleza y nuestras vidas se rigen por el reloj atómico y el calendario. Sin embargo, esto era diferente en la época en la que se usaban los calendarios lunares.
La luna gobierna la vida, y es una buena indicadora de lo que sucede en la naturaleza. Probablemente un calendario lunar fuese todo lo que necesitasen para realizar un seguimiento de lo que sucedía en la naturaleza y predecir de un mes a otro lo que podía esperarse. Para aquellas personas, un calendario solar, con esa precisión matemática que no tiene en cuenta ni la nieve o la escarcha, ni la germinación o la reproducción ¡debía de haber sido muchísimo más forzado! La gente que vive en contacto con la naturaleza experimentará la luna como un ritmo regular y fiable, creciendo desde la luna nueva a la llena, y después menguando de nuevo, como buen ejemplo de lo que los propios rebaños o el maíz hacen a lo largo de varias estaciones.
¿Por qué ha de ser la decimotercera luna la Luna del Hielo?
Desde luego, puedes insertar una decimotercera luna en cualquier punto del ciclo para mantener las lunas acompasadas a las estaciones. Puede parecer «lógico» añadir una decimotercera luna si algún otro periodo de tiempo, como el año solar, no se ha «completado» aún. Sin embargo, si asumimos que no existe un calendario solar, evidentemente no podemos aplicar esa regla.
Si tienes un calendario lunar que está definido únicamente dentro de los procesos vitales tal y como acontecen en el planeta, entonces la decimotercera luna estará regida por una «regla» arquetípica, en lugar de una intelectual.
Imbolc es la festividad del nacimiento en la naturaleza, aún muy delicada: la época de los corderos, las primeras flores. Samhain es la festividad de la muerte en la naturaleza: los preparativos finales para el invierno. Y entre la muerte y el nacimiento está la Tierra de Verano; el Otro Mundo, mágico y místico, que la gente aún recordaba en las historias que se contaban alrededor del fuego durante las largas noches de invierno, y en los festivales que celebraban, como la entrega de regalos, que antedata a las celebraciones del solsticio de invierno.
Sin embargo, una vez pasadas las celebraciones de invierno, entramos en tierra de nadie y esperamos ansiosamente las primeras señales de la llegada de la primavera para celebrar nuestro festival de Imbolc y el renacimiento de la naturaleza. Y es durante este periodo en el ciclo cuando la Luna del Hielo, la decimotercera luna, aparecer cada dos o tres años. Nuevamente, la Luna del Hielo no es «cualquier luna» a la que los humanos decidimos llamar Luna del Hielo; no, es un fenómeno que está vinculado a la naturaleza, una parte integral del ciclo que tu mismo puede experimentar. Cuando el invierno parece eternizarse y la primavera parece encontrarse a años de distancia, la Luna del Hielo nos recuerda el hecho de que los ciclos de la vida no son fijos, y que en realidad tampoco sin círculos, sino una espiral. Una espiral es un círculo que está roto, ya que su comienzo y su final nunca llegaran a encontrarse. Y, en ese espacio, el punto en el que renacimiento es nacimiento en un plano de evolución diferente, es donde los dioses pueden dejar su huella. En la vida de las plantas, los animales y los hombres, esta huella se imprime justo antes del propio nacimiento. Es el momento en el que el alma, o espíritu, se enlazará al cuerpo físico. En los antiguos cuentos de hadas había historias sobre niños-hadas o «changelings» (niños substituidos): niños que parecían diferentes en cierto modo; a menudo feos. Se decía que estos niños habían sido intercambiado por el niño real inmediatamente después de nacer, y que eran hijos de las hadas. En la era actual probablemente diríamos que estos niños son «discapacitados», pero la leyenda de los niños-hada aún puede aplicarse, ya que estos niños viven más en el reino de las hadas de lo que lo hacen en la Tierra.
Existen también otros cuentos de hadas que están conectados con la decimotercera luna: algunos de ellos fueron comentados en Witchcraft 2000, parte 2, Wiccan Rede, Autumn 1996, aunque en un contexto diferente. La decimotercera hada, el decimotercer elemento, el elemento del destino, de lo impredecible, siempre ocurre justo antes o durante el nacimiento, igual que la decimotercera luna, la Luna del Hielo, acontece de forma imprevista justo antes de Imbolc. El número trece está relacionado con el destino.
Puedes descubrir gran cantidad de ejemplos de este principio por ti mismo: sólo tienes que pensar en Arturo, o incluso la Última Cena, y claro está, el tradicional coven de 13 brujas realizando magia para moldear el destino de las personas.
Un calendario lunar: ¿por qué molestarse?
¿Qué sentido tiene para nosotros un calendario lunar a día de hoy? Está claro que no lo necesitamos para controlar el paso del tiempo. Los calendarios y los relojes atómico lo hacen muchísimo mejor. Y esta es precisamente la razón por la que necesitamos uno: estamos «atrapados» en el tiempo, en minutos, segundos, y nano-segundos, y hemos perdido el sentido de los procesos que acontecen a nuestro alrededor. Los humanos de hoy en día son multitarea: hacen un poco de todo al mismo tiempo. Trabajar mientras vas al trabajo, hablar por teléfono mientras conduces, comer mientras mantienes una reunión, leer mientras caminas. Y al final del día nos quejamos de que no hemos hecho nada, de que parece que no llegamos a ningún lado, que nada termina y siempre hay más trabajo a la espera de ser realizado. ¿Por qué? ¡Porque no nos permitimos realizar una cosa desde su comienzo hasta su término! Hemos dejado de ver los procesos porque sólo vemos un poquito cada vez, y sólo hacemos un poquito cada vez. La eficiencia dicta que hay que usar a la gente como simples máquinas con la capacidad de hacer una única cosa. Y, tan pronto como las máquinas son los suficientemente inteligentes como para hacerlo, las personas se quedan obsoletas.
Está claro que hemos perdido algo. Hemos perdido contacto con la vida. La personas son seres vivos, no máquinas inteligentes; pero, desgraciadamente, a la economía no le sirven los seres vivos, sólo las máquinas y los ordenadores. Y poco a poco algunas personas también se están empezando a dar cuenta de ello. Se están construyendo ordenadores que son «fáciles de usar» lo que significa que son demasiado complejos para que la gente los entiendo, así que deben confeccionarse de tal forma que parezcan simples, como los humanos…
Es justamente aquí donde el calendario lunar puede convertirse en una herramienta para reencaminarnos. Al principio es posible que aún necesitemos el ciclos solar o alguno otro tipo de «regla» para mantener las lunas acompasadas con el año solar. Pero solo hasta que hayamos re-establecido el vínculos con los ciclos de la vida una vez más. En ese momento podemos deshacernos de la «regla», y estaremos una vez más lo suficientemente en contacto con la naturaleza como para saber cuando rige la naturaleza determinada luna. Y las lunas realmente influyen en la naturaleza y los procesos naturales como el clima, o las relaciones humanas ¡mucho más de lo que crees!
Espero que el Calendario Lunar de Silver Circle pueda ayudar en este proceso de re-descubrimiento de nuestro vínculo con los ciclos de la vida y que, en lugar de un libro que podría atraer al aspecto intelectual de nuestra naturaleza, ¡el diseño atraiga al aspecto mágico y místico de nuestra naturaleza!
Wiccan Rede
Vol. 18 N. 1
Spring 1997
Echa un vistazo a la posición actual de la luna según el Calendario Lunar de Silver Circle aquí.
[1] En inglés ‘Wort Moon’. La palabra ‘wort’ es una palabra del inglés antiguo que hace referencia a hierbas o plantas medicinales o para hacer infusión.