En ocasiones, puede resultar esclarecedor reflexionar sobre el pasado; sobre la vida de uno o los acontecimiento recientes, e intentar encontrar el desarrollo de un patrón. No te preocupes, no pienso aburrirte con el «Debería de haber…» o «Si no hubiese…»; este artículo de reflexión está más relacionado con el sendero que hemos elegido dentro del marco de la Wicca, y esta pequeña revista, la cual es resultado de ese sendero.
Ya han pasado unos años desde que descubrimos que «EL» Arte no existe. Por más que la gente quiera meter a todas las brujas en el mismo saco, las diferencias y excepciones salen a la luz tarde o temprano. Incluso la distinción estándar entre Gardneriano, Alejandrino, Tradicional o Hereditario no es suficiente para etiquetar a todos los paganos. Al final, lo más prudente sería decir que hay tantas formas del Arte como practicantes, y algunas son más semejantes que otras; probablemente, siendo las parejas o las personas que trabajan dentro de un coven, las más semejantes entre sí. He ahí pues la razón del título: NUESTRO Arte.
Hace unos años nos encontramos con esta dificultad cuando tratábamos de explicar el sendero Wicca a personas interesadas, y el problema es aún más acusado cuando uno se encuentra limitado en, por ejemplo, una entrevista de radio con un tiempo de emisión determinado; especialmente si el entrevistador desea concentrarse en magia negra y satanismo. El librito «Tapestry of Wicca», ahora descatalogado, fue un intento de cubrir varias de las corrientes existentes en el Arte, y mucha gente lo encontró informativo e ilustrativo.
Al mirar atrás a todos los artículos que hemos escrito hasta ahora, podemos identificar un patrón general. En ocasiones me pregunto por qué no nos hemos enfocado más en esto, o aquello, y cómo es que nuestras propias reflexiones siempre reflejan los mismos intereses.
Algo a destacar, por ejemplo, es la ausencia en Wiccan Rede de muchas de las denominadas «Ciencias de la Nueva Era», que engloban desde el poder de las pirámides, hasta las gafas de auras, continentes perdidos, OVNIs, cristales de poder y aparatos energéticos; o seminarios de fines de semana sobre viajes astrales. Es muy fácil llegar a fascinarse por uno o más de estos campos de estudio, e involucrarse en campos de fuerza y dioses perdidos u hombres del espacio.
No ha sido hasta hace poco que un artículo en Quest ha conseguido sumar dos más dos, y visualizar y verbalizar un hilo de pensamiento que considero lo suficientemente importante como para repetir en estas páginas. Sin embargo, antes de hacer eso, huelga hacer una recapitulación de la clase de artículos que hemos publicado hasta ahora.
Durante el primer año de publicación, muchos de los artículos se enfocaron en la filosofía pagana, el ciclo anual de festivales, y también se publicaron algunos rituales. El hilo conductor en Wiccan Rede fue la serie de artículos «Más Allá de la Escoba», que abordaba en profundidad conceptos como el Dios y la Diosa, los cuatro elementos, la polaridad, etc. Más tarde esta serie de artículos se publicó por separado en holandés (y eventualmente ha sido traducida a español, polaco, húngaro, turco, alemán y ruso). Siendo la primera revista pagan en Holanda, no resultaba extraño que dedicásemos tiempo a discutir las «bases» del paganismo. Otros artículos abarcaban temas como el significado del incensario, el número 13, el significado del Athame como herramienta ritual, la visualización, el pentáculo, etc.
Los años siguientes fueron testigos de la continuación de series de artículos que lidiaban con el significado ocultista de las diversas armas rituales; el comienzo de la serie de artículos «Borderlines» que abordaba una visión más amplia de la historia y la evolución de la consciencia en lo que respecta al Arte; y muchas preguntas que la gente preguntaba fueron contestadas en forma de artículos, que abarcaban temas como la reencarnación, el trabajo mágico, la iniciación y entrenamiento, y cómo comenzar a celebrar los festivales si trabajamos en solitario.
Cabe mencionar que la mayoría de los artículos trataban del Arte per se, ya fuese a un nivel filosófico o arquetípico, o desde un nivel más práctico. Por una u otra razón, encontramos que el Arte, como «sistema» religioso y mágico, contiene una gran riqueza de material que puede ser usado para explorar los mundos internos y los reinos de lo natural y lo sobrenatural. El debate sobre la «tradición» frente a la «invención» de la Wicca moderna no ha sido tratado en Wiccan Rede. Naturalmente, lo hemos discutido entre nosotros, pero de un forma u otra, el resultado nunca nos preocupó considerando que el Arte tal y como es hoy en día ofrece gran cantidad de material para mantenernos ocupados durante años y años. Nos hemos enfocado en el contenido arquetípico de la Wicca, tal y como se manifiesta a través del ciclo de ocho festivales, el ciclo de 13 lunas, las diversas «armas» que son usadas en el ritual, y más directamente a través del uso de las fuerzas presentes tanto en el hombre como en la mujer y en la naturaleza, las cuales pueden ser usadas para comprender y crecer.
El artículo en Quest ponía una cuantas cosas en perspectiva, y las ideas mencionadas en ese artículo son tan semejantes a nuestra forma de pensar que considero importante recapturar algunas de las ideas mencionadas en él. El artículo, titulado «Towards Aquarius» por Richard Ellen, fue publicado en Quest 65 (1ª parte) y 66 (2ª parte). Sin duda, le seguirán más partes. No voy a tratar de copiar todas las ideas que menciona Ellen; en ese caso sería más justo publicar el artículo tal y como esta. Pero hay un teorema central que Ellen utiliza para ofrecer una estructura y significado al auge de interés por el ocultismo y la parapsicología hoy en día. Este teorema está parcialmente basado en la Cábala y «The Quantum Gods» por Jeff Love. Comenzando con los tres Sefirot Kether, Binah y Chockmah, uno sería capaz de expresar las cuatro cualidades básicas de la materia y los mundos materiales: fuerza – actividad – patrón – forma. Por supuesto, la forma, la apariencia física, es el resultado de la actividad de los otros tres componentes.
Es posible ir un paso más allá y tratar de encontrar las palabras clave que ejemplifiquen estos cuatro principios. Si tomamos palabras que describan nuestra científica y occidental sociedad actual (forma), podríamos usar razón, historia y ciencia, o la forma científica de hacer algo, que representa la fuerza.
De manera alternativa, podrías tratar de describir el mundo oculto, o la visión ocultista del mundo (Ellen utiliza las palabras «cultura metafísica») usando magia, mitología y misterio como palabras claves. En ambos casos el flujo de actividad de uno punto al otro del triángulo mantiene el conjunto activo, creando así la manifestación final (cuarta), como serían el mundo material o el mundo oculto.
Hasta aquí, las teorías de Ellen no son muy novedosas. La Cábala presenta los mismos principios; de hecho, es de ahí de donde vino la idea. El triángulo tesis – antítesis – síntesis es otra forma de presentarlo a fin de estructurar el mundo que vemos.
Lo que SI es nuevo (al menos para mí) de las ideas de Ellen, es el punto en el que combina el «triángulo material» con el «triángulo ocultista», y procede a usar la estrella de seis puntas resultantes como medio para observar más detenidamente los desarrollo del mundo (oculto) actual.
En sus propias palabras «El triángulo que señala hacia arriba, el hombre esforzándose por llegar a las alturas, la Unidad, trata de reemplazar al triángulo invertido, que intenta arrastrar al hombre hacia las profundidades del Materialismo».
La Estrella de los Hermetistas: como arriba, así (¡INVERTIDO!) abajo.
Las palabras clave en la figura superior son bastante claras por sí solas, y si nos tomamos el tiempo para reflexionar durante unos minutos sobre el momento actual, la llegada de la Era de Acuario, todas las actividades y bienes de Nueva Era que podemos adquirir, no nos llevará mucho ver la situación. Nuestra era científica, o materialista, actualmente está siendo confrontada por una nueva (nueva, ¡o tan antigua como el tiempo!) forma de observar la realidad: una en la que la magia, el misterio y la mitología pueden ofrecer mejores respuestas a las preguntas que la gente tiene hoy en día, de lo que pueden ofrecerlas la ciencia, la razón o la historia.
Sin embargo, hay una parte negativa en todo esto. Puede que debido al enredo entre los elementos materialistas y los espirituales, los fenómenos y aspiraciones personales de la gente acaban, por así decirlo, en el lado que no les corresponde. Richard Ellen dedica la mayoría de la segunda parte de su artículo describiendo las diversas trampas y obstáculos con los que nos encontramos cuando comenzamos a explorar el mundo oculto, especialmente en el campo de lo que puede ser denominado «Ciencia de Nueva Era».
Sin duda, su lista de temas fronterizos es extensa, desde OVNIs, el poder de las pirámides y «controla a otros humanos a través de tu mente; en un seminario de un día», hasta la venta de mantras y misticismo de forma lucrativa; e incluso las teorías de Von Dänikens.
A aquellos que estén interesados, se les recomienda echar un vistazo al número 66 de Quest. Este artículo es otro ejemplo más de las tres inversiones que pueden observarse en la figura anterior: la magia se enreda en la ciencia; el mito pierde su función por no ser «históricamente acertado» (la Biblia puede servir como un ejemplo que todos conocemos); y el espejo del misterio se hace añicos contra el hormigón de la razón.
Es posible interpretar la figura de otra forma (una que coincide con la filosofía del Arte), y consiste en ver el triángulo de ciencia – razón – historia como intelectual y analítico, orientado a lo masculino; y el triángulo de magia – misterio – mito como intuitivo y holístico, orientado hacia lo femenino. Uno de los objetivos de muchas personas en el Arte radica en la aspiración de lograr el equilibrio entre los elementos masculinos y femeninos de su personalidad, y en la practica, esto implica un mayor énfasis en el aspecto femenino, intuitivo y mágico; ya que el aspecto masculino e intelectual ya está lo suficientemente desarrollado debido a nuestra cultura actual. Encontrar el equilibrio entre misterio y razón es una lucha constante, por ejemplo: no dejar que nuestras facultades intelectuales nos priven de nuestra experiencia del misterio, pero dejar también dejando espacio para nuestro poder de razonamiento práctico a fin de evitar que nos quedemos flotando en ensoñaciones irrealistas.
Es una lucha muy personal: cada uno tendrá que encarar sus propios obstáculos y tropezará reiteradamente con su propias deficiencias, tratando de encontrar el centro dentro de esta estrella de seis puntas.
Richard Ellen dedica gran parte del artículo a describir las trampas «camufladas»: las situaciones en las que pensamos que estamos trabajando con el triángulo espiritual pero, en realidad, estamos siendo arrastrados hacia el triángulo material. Muchas de las «ciencias de nueva era» entran en esta categoría; precisamente PORQUE funcionan. El poder de las pirámides puede llevarnos a creer que hemos descubierto una energía espiritual, una ciencia perdida, pero al final la mayoría de la gente termina siendo cegada por los efectos especiales y olvida que se disponían a emprender un viaje en busca de una verdad, o desarrollo, o crecimiento, o un conocimiento valioso y real. El ámbito de la magia está especialmente repleto de estas trampas camufladas, aunque no sea más que por el hecho de que la magia es el aspecto más práctico de los tres; algo con lo que la gente puede experimentar. Es aquí donde es necesario el desarrollo de nuestras facultades internas. Uno debe de ser capaz de ver a través de los efectos especiales («Para el amor: usa una vela roja…») y familiarizarse con las fuerzas que trabajan. Fuerzas que son bien capaces de crear efectos bastante más deslumbrantes que las pirámides o las Varas Atlantes, sin embargo, el objetivo real es su comprensión y maestría; ¡no los efectos especiales!
Volviendo al comienzo del artículo, y el título «Nuestro Arte», nuestro sendero Wicca ha estado relacionado principalmente con el simbolismo de la mitología, y el contenido arquetípico tanto de los rituales como de los símbolos que forman parte del Arte hoy en día. Para nosotros el Arte es, ante todo, una religión, repleta de misterio y simbolismo que puede alumbrar el camino de nuestro propio desarrollo personal.
Buenos ejemplos de ello son el ciclo de los ocho festivales y los diferentes roles que interpretan el Dios y la Diosa en cada ritual, o el ciclo de las trece lunas, el cual puede explorarse en el calendario lunar y el librito holandés que le acompaña. Otro ejemplo es el simbolismo y significado oculto de las diversas «armas» usadas en Wicca hoy en día.
Un mayor entendimiento de la parte arquetípica de la consciencia, sumado a un mayor entendimiento de la fuerzas reales que trabajan detrás de los diferentes ciclos y acontecimientos de la naturaleza, proporcionará crecimiento personal así como la habilidad de trabajar magia de forma efectiva cuando surja la necesidad. Esto no se consigue cogiendo nuestro libro de correspondencias y eligiendo una vela azul, sino imitando al mecánico que escucha el sonido del motor y SABE que ha de ser reparado: no es tanto una cuestión de intuición como de la familiaridad que ha calado nuestros huesos y nos hacen conocedores del terreno que pisamos, seguros y capaces.
Nuestro Arte está relacionado con estos elementos: crecimiento y desarrollo personales; y un mayor entendimiento de los mundos que hay más allá del mundo material, empezando por nuestro propio subconsciente, y con cuentos de hadas, mitología, misterio, simbolismo y ritual. Los ciclos naturales y los reinos de los cuatro elementos deberán de ser comprendidos a un nivel intuitivo antes de poder llegar a practicar magia de forma afectiva sin riesgo a quedarse atrapado en la fascinación por algo que, al fin de cuentas, sólo debería de ser una herramienta.
¡Preferimos dejar los «efectos especiales» a los creadores de Star Wars y Tucker’s Witch!