De entre todas las cuestiones que nos son planteadas, muchas de ellas tienen que ver con la iniciación y el entrenamiento. ¿Cuan importante es la iniciación? ¿Es posible empezar un coven sin ser iniciado, desde cero o a partir del conocimiento obtenido de libros? ¿Qué significa realmente la iniciación? La mayoría de estas, y otras cuestiones similares, son muy relevantes para la audiencia holandesa (y ciertamente también para la española), ya que es extremadamente difícil encontrar compañeros o personas que piensen como nosotros en Holanda (o España); por no decir un coven que pueda y quiera aceptar nuevos miembros.
En primer lugar, hablemos un poco sobre la “iniciación”. Es una palabra usada para abarcar una gran variedad de experiencias y acontecimientos, y puede ser una buena idea describir algunos de estos. Por un lado, la palabra iniciación es usada para indicar que alguien ha dado el paso definitivo en su evolución espiritual. Los antiguos ritos de iniciación de los egipcios incluían un periodo de “muerte”, que normalmente consistía en pasar tres días dentro de un sarcófago; durante este periodo el espíritu viajaba a los mundos superiores y recibía conocimiento y sabiduría. En el momento de su regreso al cuerpo, aún podían recordarse todas las impresiones, y el conjunto de esta experiencia transformaba la vida de uno, quedando de ese modo “iniciado”. En el sueño espiritual de hoy en día aún se experimenta este tipo de iniciación, aunque no se induce físicamente como como lo hacían los egipcios. Sin embargo, “iniciación” aún significa que uno ha encontrado sus propias raíces en los mundos sobrenaturales; se encuentra en casa en el plano astral, a un nivel consciente. El otro uso para la palabra iniciación abarca un amplio campo de rituales de aceptación, y esto implica que el postulante se convierte en un miembro aceptado de la sociedad. Entre estos dos extremos, por un lado el rito de aceptación, y por otro el particular estado en la propia evolución espiritual, encontramos un amplio campo de experiencias, lecciones, introspecciones, realizaciones y eventos menores, que forman la bases de nuestro proceso de entrenamiento.
La iniciación en el Arte puede tener un mayor significado para el postulante, y puede ser extremadamente emotiva. Aún así, creo que debería de ser clasificada entre los rituales de aceptación mencionados arriba. Como tal, es el comienzo de un nuevo periodo de nuestra vida, una nueva fase y, ciertamente ¡no el objetivo a alcanzar después del cual uno puede sentarse y relajarse! La iniciación en el Arte es un regreso al hogar, encontrando y aceptando a nuestros hermanos y hermanas espirituales, pero también marca el primer paso en el camino, en ocasiones duro, en otras alegre, que nos guiará a través de varias experiencias y lecciones a la iniciación en niveles superiores. En algunos grupos y covens, el nuevo iniciado es dejado a su suerte en lo que concierne a su desarrollo; en otros grupos se espera que se adhiera a un estricto programa de entrenamiento. No obstante, nosotros creemos que el “entrenamiento” es sumamente individual, y que no equivale de ninguna manera a una “horadación”, sino que tiene que ver con aprender de las lecciones que la vida te presenta, tanto a nivel mágico ¡como a un nivel puramente físico o social! Muchas de estas lecciones se aprenderán a través de la experiencia, de forma prácticamente inadvertida. Algunas pueden aprenderse a través del estudio, o la dedicación y, en algunos casos, algunas lecciones tendrán que aprenderse por el camino difícil.
¿A qué equivale realmente el entrenamiento? A pesar de que “entrenamiento” es una palabra más bien pomposa para la ocasión, la utilizaré igualmente. En realidad, comienza en el momento en el que tomas la decisión de unirte al Arte; gran parte del entrenamiento en esta etapa es intelectual. Familiarizándote con varios conceptos usados en el arte: el Dios y la Diosa, polaridad, los cuatro elementos, la Rede Wicca, por mencionar algunos; y con una selección personal de técnicas mágicas y ocultas, como la meditación, la visualización, etc. Y cuando se vaya acercando el momento de la iniciación en sí, el Sumo Sacerdote y la Suma Sacerdotisa se asegurarán de que te familiarices con los miembros del coven, su filosofía, qué se espera de ti, y varios puntos prácticos que han de cambiarse. Esta etapa de nuestro desarrollo ve normalmente muchos cambios, en cuanto a circunstancias personales, ideas y perspectivas, opiniones, conocimiento de uno mismo y confianza. Es una buena señal, significa que la persona ya ha comenzado a trabajar, y en más de un sentido esta es una etapa de prueba, tanto para el postulante como para el coven. Durante este periodo debería de quedar claro para ambas partes implicadas (normalmente buenos amigos llegados a este punto) que la iniciación es un paso prudente a tomar. El Arte del Sabio es un nombre del que hay que estar a la altura, incluso alguien que aún no ha sido iniciado, y la etapa de “familiarizarse” está pensada para guiar al aspirante a brujo o bruja al punto en el que sea capaz de juzgar por sí mismo/misma ¡si la iniciación es el paso adecuado a tomar!
La propia iniciación es una ritual de aceptación y compromiso por ambas parte. El compromiso es simbolizado por el juramento, que el candidato repite, pero al mismo tiempo ¡todo el coven se compromete a ayudar al nuevo brujo/bruja, a apoyarle y aceptarle! Como se puede deducir de lo anterior, cualquiera que cambie de coven o tradición será re-iniciado, aunque está pueda ser una ceremonia de iniciación de valor simbólico o acortada. El coven puede contemplarse como nuestra familia espiritual y, como en una familia real, habrá normas y regulaciones, habrá enseñanza y formación, habrá costumbres, usos, dichos, y sí ¡puede incluso haber autoridad cuando sea necesaria!
La ceremonia de iniciación marca el comienzo del entrenamiento propiamente dicho, ya que sin importar cuantos libros se hayan publicado sobre el Arte, este continúa siendo una tradición que se transmite oralmente, y muchas de sus costumbres y conocimientos sólo pueden ser aprendidos uniéndose a un coven. Aparte de las cosas que son específicas de un coven en particular, gran parte del entrenamiento está relacionado con la magia, traer a tu verdadero yo a la superficie, desarrollar tus talentos ocultos, conocer la “naturaleza” (no sólo los pájaros y las abejas, sino también la vida natural), etc. Como se ha comentado antes, “entrenamiento” es una palabra más bien pomposa, porque gran parte de todo esto ocurrirá naturalmente ¡no sería el Arte si fuese de otro modo! Pero, aún y todo, la Suma Sacerdotisa y el Sumo Sacerdote deben de ser capaces de guiar y dirigir cuando sea necesario, y lo más importante de todo, deben de estar dispuestos no sólo a aceptar la responsabilidad de que algo vaya mal ¡sino que también deben de ser capaces de manejarlo! Amor Perfecto y Confianza Perfecta son, ciertamente, altos ideales, y deben de ser respaldados por sentido común y capacidad.
Si recordamos una de las preguntas que han sido planteadas al comienzo: “¿puede uno empezar un coven desde cero, o a partir de libros?” La respuesta ha de ser por tanto un claro “no” desde nuestro punto de vista. El proceso que he tratado de esbozar anteriormente es algo para lo que no hay sustituto, por no hablar del conocimiento que simplemente no se encuentra en forma de libro. Alguien que realmente quiera unirse al Arte tendrá que ser iniciado eventualmente y pasar a través del proceso de entrenamiento. Es la única forma de convertirse en un brujo o bruja, un sacerdote o sacerdotisa del Arte.
Lamentablemente, la iniciación no está disponible para todos o en todo momento. De modo que ¿qué podemos hacer mientras tanto? En realidad gran parte de ello ha sido esbozado más arriba, en la discusión sobre el periodo en el que uno se familiariza con el Arte. También hay gran cantidad de libros sobre Wicca, con rituales estacionales y similares, que pueden permitirte celebrar los festivales, sólo o con un par de amigos, y experimentar algunos de los aspectos ritualísticos del Arte por ti mismo. Y, admitámoslo: muchas personas son felices celebrando los festivales y acercándose a la Madre Naturaleza, sin querer nada más. También es posible realizar un ritual de dedicación. Este tiene como objetivo proveer un enlace con el Dios y la Diosa y, básicamente, dedicas tu vida al Dios y a la Diosa, afirmando que quieres ayudarles con su obra de cualquier forma que te sea posible. Hay bastante rituales publicados y disponibles para cumplir este propósito (incluso nosotros publicamos uno en “Wiccan Rede”). Al final todo lo que importa es el amor de uno a los Antiguos Dioses, los Antiguos Senderos, para seguir impulsando su causa y tomar control de nuestra vida. Y trabajar en pro de estas metas no implica que debas de ser iniciado. Pero si estás dispuesto a tomar la responsabilidad, el riesgo y las agitaciones que pueda traer, si crees que puedes manejar una confrontación con tu verdadero yo, si estás preparado para aceptar lo malo con tanta dignidad como lo bueno, en resumen, si realmente quieres convertirte en un brujo o bruja: ¡pídeselo al Dios y a la Diosa!
¡Bendito seas![:en]De entre todas las cuestiones que nos son planteadas, muchas de ellas tienen que ver con la iniciación y el entrenamiento. ¿Cuan importante es la iniciación? ¿Es posible empezar un coven sin ser iniciado, desde cero o a partir del conocimiento obtenido de libros? ¿Qué significa realmente la iniciación? La mayoría de estas, y otras cuestiones similares, son muy relevantes para la audiencia holandesa (y ciertamente también para la española), ya que es extremadamente difícil encontrar compañeros o personas que piensen como nosotros en Holanda (o España); por no decir un coven que pueda y quiera aceptar nuevos miembros.
En primer lugar, hablemos un poco sobre la “iniciación”. Es una palabra usada para abarcar una gran variedad de experiencias y acontecimientos, y puede ser una buena idea describir algunos de estos. Por un lado, la palabra iniciación es usada para indicar que alguien ha dado el paso definitivo en su evolución espiritual. Los antiguos ritos de iniciación de los egipcios incluían un periodo de “muerte”, que normalmente consistía en pasar tres días dentro de un sarcófago; durante este periodo el espíritu viajaba a los mundos superiores y recibía conocimiento y sabiduría. En el momento de su regreso al cuerpo, aún podían recordarse todas las impresiones, y el conjunto de esta experiencia transformaba la vida de uno, quedando de ese modo “iniciado”. En el sueño espiritual de hoy en día aún se experimenta este tipo de iniciación, aunque no se induce físicamente como como lo hacían los egipcios. Sin embargo, “iniciación” aún significa que uno ha encontrado sus propias raíces en los mundos sobrenaturales; se encuentra en casa en el plano astral, a un nivel consciente. El otro uso para la palabra iniciación abarca un amplio campo de rituales de aceptación, y esto implica que el postulante se convierte en un miembro aceptado de la sociedad. Entre estos dos extremos, por un lado el rito de aceptación, y por otro el particular estado en la propia evolución espiritual, encontramos un amplio campo de experiencias, lecciones, introspecciones, realizaciones y eventos menores, que forman la bases de nuestro proceso de entrenamiento.
La iniciación en el Arte puede tener un mayor significado para el postulante, y puede ser extremadamente emotiva. Aún así, creo que debería de ser clasificada entre los rituales de aceptación mencionados arriba. Como tal, es el comienzo de un nuevo periodo de nuestra vida, una nueva fase y, ciertamente ¡no el objetivo a alcanzar después del cual uno puede sentarse y relajarse! La iniciación en el Arte es un regreso al hogar, encontrando y aceptando a nuestros hermanos y hermanas espirituales, pero también marca el primer paso en el camino, en ocasiones duro, en otras alegre, que nos guiará a través de varias experiencias y lecciones a la iniciación en niveles superiores. En algunos grupos y covens, el nuevo iniciado es dejado a su suerte en lo que concierne a su desarrollo; en otros grupos se espera que se adhiera a un estricto programa de entrenamiento. No obstante, nosotros creemos que el “entrenamiento” es sumamente individual, y que no equivale de ninguna manera a una “horadación”, sino que tiene que ver con aprender de las lecciones que la vida te presenta, tanto a nivel mágico ¡como a un nivel puramente físico o social! Muchas de estas lecciones se aprenderán a través de la experiencia, de forma prácticamente inadvertida. Algunas pueden aprenderse a través del estudio, o la dedicación y, en algunos casos, algunas lecciones tendrán que aprenderse por el camino difícil.
¿A qué equivale realmente el entrenamiento? A pesar de que “entrenamiento” es una palabra más bien pomposa para la ocasión, la utilizaré igualmente. En realidad, comienza en el momento en el que tomas la decisión de unirte al Arte; gran parte del entrenamiento en esta etapa es intelectual. Familiarizándote con varios conceptos usados en el arte: el Dios y la Diosa, polaridad, los cuatro elementos, la Rede Wicca, por mencionar algunos; y con una selección personal de técnicas mágicas y ocultas, como la meditación, la visualización, etc. Y cuando se vaya acercando el momento de la iniciación en sí, el Sumo Sacerdote y la Suma Sacerdotisa se asegurarán de que te familiarices con los miembros del coven, su filosofía, qué se espera de ti, y varios puntos prácticos que han de cambiarse. Esta etapa de nuestro desarrollo ve normalmente muchos cambios, en cuanto a circunstancias personales, ideas y perspectivas, opiniones, conocimiento de uno mismo y confianza. Es una buena señal, significa que la persona ya ha comenzado a trabajar, y en más de un sentido esta es una etapa de prueba, tanto para el postulante como para el coven. Durante este periodo debería de quedar claro para ambas partes implicadas (normalmente buenos amigos llegados a este punto) que la iniciación es un paso prudente a tomar. El Arte del Sabio es un nombre del que hay que estar a la altura, incluso alguien que aún no ha sido iniciado, y la etapa de “familiarizarse” está pensada para guiar al aspirante a brujo o bruja al punto en el que sea capaz de juzgar por sí mismo/misma ¡si la iniciación es el paso adecuado a tomar!
La propia iniciación es una ritual de aceptación y compromiso por ambas parte. El compromiso es simbolizado por el juramento, que el candidato repite, pero al mismo tiempo ¡todo el coven se compromete a ayudar al nuevo brujo/bruja, a apoyarle y aceptarle! Como se puede deducir de lo anterior, cualquiera que cambie de coven o tradición será re-iniciado, aunque está pueda ser una ceremonia de iniciación de valor simbólico o acortada. El coven puede contemplarse como nuestra familia espiritual y, como en una familia real, habrá normas y regulaciones, habrá enseñanza y formación, habrá costumbres, usos, dichos, y sí ¡puede incluso haber autoridad cuando sea necesaria!
La ceremonia de iniciación marca el comienzo del entrenamiento propiamente dicho, ya que sin importar cuantos libros se hayan publicado sobre el Arte, este continúa siendo una tradición que se transmite oralmente, y muchas de sus costumbres y conocimientos sólo pueden ser aprendidos uniéndose a un coven. Aparte de las cosas que son específicas de un coven en particular, gran parte del entrenamiento está relacionado con la magia, traer a tu verdadero yo a la superficie, desarrollar tus talentos ocultos, conocer la “naturaleza” (no sólo los pájaros y las abejas, sino también la vida natural), etc. Como se ha comentado antes, “entrenamiento” es una palabra más bien pomposa, porque gran parte de todo esto ocurrirá naturalmente ¡no sería el Arte si fuese de otro modo! Pero, aún y todo, la Suma Sacerdotisa y el Sumo Sacerdote deben de ser capaces de guiar y dirigir cuando sea necesario, y lo más importante de todo, deben de estar dispuestos no sólo a aceptar la responsabilidad de que algo vaya mal ¡sino que también deben de ser capaces de manejarlo! Amor Perfecto y Confianza Perfecta son, ciertamente, altos ideales, y deben de ser respaldados por sentido común y capacidad.
Si recordamos una de las preguntas que han sido planteadas al comienzo: “¿puede uno empezar un coven desde cero, o a partir de libros?” La respuesta ha de ser por tanto un claro “no” desde nuestro punto de vista. El proceso que he tratado de esbozar anteriormente es algo para lo que no hay sustituto, por no hablar del conocimiento que simplemente no se encuentra en forma de libro. Alguien que realmente quiera unirse al Arte tendrá que ser iniciado eventualmente y pasar a través del proceso de entrenamiento. Es la única forma de convertirse en un brujo o bruja, un sacerdote o sacerdotisa del Arte.
Lamentablemente, la iniciación no está disponible para todos o en todo momento. De modo que ¿qué podemos hacer mientras tanto? En realidad gran parte de ello ha sido esbozado más arriba, en la discusión sobre el periodo en el que uno se familiariza con el Arte. También hay gran cantidad de libros sobre Wicca, con rituales estacionales y similares, que pueden permitirte celebrar los festivales, sólo o con un par de amigos, y experimentar algunos de los aspectos ritualísticos del Arte por ti mismo. Y, admitámoslo: muchas personas son felices celebrando los festivales y acercándose a la Madre Naturaleza, sin querer nada más. También es posible realizar un ritual de dedicación. Este tiene como objetivo proveer un enlace con el Dios y la Diosa y, básicamente, dedicas tu vida al Dios y a la Diosa, afirmando que quieres ayudarles con su obra de cualquier forma que te sea posible. Hay bastante rituales publicados y disponibles para cumplir este propósito (incluso nosotros publicamos uno en “Wiccan Rede”). Al final todo lo que importa es el amor de uno a los Antiguos Dioses, los Antiguos Senderos, para seguir impulsando su causa y tomar control de nuestra vida. Y trabajar en pro de estas metas no implica que debas de ser iniciado. Pero si estás dispuesto a tomar la responsabilidad, el riesgo y las agitaciones que pueda traer, si crees que puedes manejar una confrontación con tu verdadero yo, si estás preparado para aceptar lo malo con tanta dignidad como lo bueno, en resumen, si realmente quieres convertirte en un brujo o bruja: ¡pídeselo al Dios y a la Diosa!
¡Bendito seas!
1 comentario
La sabiduría del mundo wicca es para mi un honor grande y espero recibirlo con amor y humildad